Tengo 57 años y en mis círculos se envían chistes acerca de la vejez, se envían poemas sobre la belleza de envejecer y todo con un tono de resignación que no comparto.

Este blog no solo es para personas de mi edad, es también para gente joven, ya que todos debemos ir cambiando las ideas que tenemos de hacernos mayores para reforzar la idea de que la vejez no es una avalancha de achaques inevitables y no se centra solamente en ver crecer a los nietos.

Hay que cambiar creencias sobre el hacerse mayor:
  1. Las enfermedades genéticas de mi familia, también van a afectarme a mí.
    Los avances en epigenética ya han sepultado esta frase en el olvido. Está comprobado que, si bien tener los genes de una enfermedad nos hace candidatos a padecerla, es el estilo de vida y las creencias lo que disparan el gen. Si mantengo un estilo de vida saludable y no me obsesiono con la enfermedad, el gen se quedara dormido para siempre.
  2. Los achaques son normales
    Los achaques NO son normales. El cuerpo tiene una capacidad de regeneración mayor a lo que pensamos. Los achaques son por mala alimentación, sedentarismo, mala postura y tóxicos que existen en productos que usamos e ingerimos y que terminan en nuestro organismo. Si modificamos todo lo mencionado, el cuerpo corrige los efectos.
  3. Ya no puedo hacer ejercicio
    Hay que redefinir ejercicio. Todo el mundo con una salud relativamente normal, puede hacer ejercicio hasta que se muera. Si definimos como ejercicio el correr una maratón, pues obviamente no se puede con cierta edad. Pero hay muchas maneras de ejercitar el cuerpo y cada persona puede encontrar su manera de disfrutar y hacer ejercicio a cualquier edad
  4. Para qué hacer dieta, si el metabolismo ya no reacciona
    El motivo por el que no perdemos peso es por el estrés, no importa la edad. Esto es porque comemos azúcar y carbohidratos refinados en exceso, lo cual se convierte en glucosa, que es la fuente de energía que se metaboliza con mayor rapidez. Cuando estamos con estrés, el cuerpo entra en respuesta de supervivencia y para generar energía de la manera más rápida posible, utiliza la glucosa. Como ingerimos cantidades abundantes de alimentos que se convierten en glucosa, mientras se esté en constante estrés, el organismo no va a utilizar fuentes de energía más lentas de metabolizar, como por ejemplo, la grasa. Y esa grasa se va quedando en nuestras células sin ser metabolizadas mientras el estrés persista. Si manejamos el estrés y bajamos el consumo de alimentos que se convierten en glucosa, el peso se pierde, no importa la edad que tengamos.
  5. Igual me voy a morir de algo.
    Esta frase es bastante triste. Es una excusa para no responsabilizarnos de nuestra salud. Todos nos vamos a morir, pero eso no quiere decir que nuestros años de vida restantes no puedan ser de calidad, con energía y con la posibilidad de disfrutar la vida.

En resumen, ¿han escuchado esa frase que los 50 son los nuevos 40? Gracias a Dios nos estamos concientizando acerca del cuidado del cuerpo y la alimentación y por eso la vitalidad se ha ido preservando en edades más avanzadas progresivamente.


Tenemos un cuerpo maravilloso y si cuidamos cómo lo alimentamos y cómo lo mantenemos activo, nos dará soporte para viajar, bailar, saltar y correr por muchos años.